Nazareno Reinoso tenía solo cuatro años y nueve meses. Su vida se apagó el martes, después de varias horas de fiebre muy alta y dolor de cuerpo. Ayer la familia recibió la noticia más dolorosa: la causa de la muerte, según les dijeron, fue por dengue. El virus que transmite el mosquito Aedes aegypti fue implacable. “No hubo tiempo de nada”, contó Cristina Nieva, una médica amiga de la familia del pequeño.
Según detalló Nieva, que es pediatra en el sur de la provincia, Nazareno llegó a las 3 de la mañana a la policlínica de Tafí Viejo, con mucha fiebre. “Ahí lo atendieron, lo medicaron para bajarle la fiebre y lo mandaron a la casa”, detalló la profesional. Ese iba a ser el principio de una pesadilla que tuvo el peor final.
“A las siete de la mañana, su temperatura era de 40°C y tenía muchísimo dolor de cuerpo. Él decía que le faltaba el aire. La familia lo llevó al hospital Avellaneda. Cuando lo estaban revisando, empezó a llenarse de manchas rojas en todo el cuerpo. Luego, entró en paro. Falleció en ocho horas”, detalló la profesional.
Si bien, los médicos le habían diagnosticado que podía ser dengue, la familia no sabía bien la causa del deceso. Ayer los resultados de los análisis lo confirmaron, señaló Nieva.
La pediatra publicó en las redes sociales imágenes de los estudios de laboratorio de “Naza”, como le decían sus seres queridos. “Tenía dengue tipo 2, que es una de las formas más severas de este virus. Los casos más graves los produce este serotipo”, precisó. También le llamó la atención que el pequeño presentaba hipoglucemia y niveles terribles de plaquetas (20.000, cuando lo normal es entre 150.000 y 400.000). “A muchas personas con dengue las plaquetas les bajan a 50.000. Lo de este niño fue mortal. Tengo otros pacientes que también están mal. Es muy doloroso todo lo que está pasando”, relató.
Cuidarnos
“La familia de Naza quiere que sepamos que tenemos circulación del tipo 2 de dengue para que nos cuidemos todos”, recalcó la pediatra. La tía del niño, Rita Lobo, también difundió la trágica noticia: “Ojalá ahora hagan algo para evitar más muertes; mi sobrino era muy fuerte y en horas esa porquería se lo llevó”.
“Se me fue en un abrir y cerrar de ojos”, expresó la mamá, Alix Lobo. En medio de su dolor, le contó a LA GACETA que los médicos le confirmaron ayer que su hijo más chico falleció por dengue. “Hoy retiré los análisis que le hicieron ese día”, precisó.
“El día anterior Naza fue al jardín lo más normal del mundo e incluso estuvo bien como hasta la una de la mañana, porque nos quedamos hasta tarde despiertos”, recordó la mamá.
El niño iba a jardín de cuatro. Fue un luchador desde que nació. “Tenía una cardiopatía congénita compleja, pero se encontraba estable”, explicó. “Cuando era más chico aguantó tres cirugías a corazón abierto, varios cateterismos y dos derrames pleurales. Salió siempre ileso de todo eso. Y ahora se me fue en cuestión de horas. La verdad que no alcanzo a comprender. Era mi bebé”, lamentó.
Conmoción
El fallecimiento del pequeño causó mucha conmoción entre los vecinos y allegados de la familia, que vive en Tafí Viejo. Si bien las autoridades sanitarias aún no informaron oficialmente el deceso, de ser así ya son 12 los pacientes fallecidos este año (cinco varones y siete mujeres), en el marco de una epidemia que suma más de 40.000 contagios. Con esta cifra ya prácticamente se superó el récord de casos que se habían reportado durante todo 2023. Ese año hubo 39.660 tucumanos afectados por la enfermedad que transmite el Aedes aegypti.
Nazareno es el segundo niño que pierde la vida por este virus en 2024. Yosemir Agustín López, de siete años, falleció a principios de abril. Estaba internado en el Hospital de Niños. El niño vivía en Concepción. En el nosocomio de esa localidad había sido atendido, además, por peritonitis.
Inmunización: empiezan desde el lunes a vacunar en el área de Salud
Las primeras 30.000 dosis de la vacuna contra el dengue llegaron en las últimas horas a la provincia y fue el gobernador Osvaldo Jaldo el encargado de anunciar que, desde el lunes, se iniciará la vacunación voluntaria del personal considerado esencial de la administración pública tucumana. “En medio de la crisis económica estamos haciendo un gran esfuerzo y somos la segunda o tercera provincia que compra la vacuna. La inversión ronda los $ 3.000 o $ 4.000 millones. No es un gasto, es una inversión para tener sana a la gente que nos cuida y nos educa”, sostuvo.
La compra de las vacunas había sido confirmada hace dos semanas, en medio de una ola de contagios récord en la provincia y el país. “A pesar de la demanda a nivel mundial y del tiempo de demora que había para la entrega, ya tenemos las primeras 30.000 dosis”, celebró.
Los primeros en recibir la vacuna Qdenga, del laboratorio japonés Takeda, serán los empleados del sistema provincial de salud. También serán inmunizados los docentes y el personal policial. El gobernador detalló que se compraron 200.000 vacunas, lo cual permite asegurar las dos dosis necesarias para el personal esencial.
El ministro de Salud Pública, Luis Medina Ruiz, agradeció al gobernador la compra de las vacunas. Anunció que se armará un cronograma y empezarán probablemente a inmunizar primero a quienes trabajan en el 107 (servicio de emergencias) y a los agentes que se encuentran fumigando los barrios y haciendo tareas de descacharreo, ya que son los más expuestos.
“Inmediatamente, en siete días o menos, la idea es seguir con el personal de seguridad y educación. Tenemos las vacunas disponibles y podemos traer más para seguir avanzando”, sostuvo. Precisó que la vacuna necesita dos dosis, que se colocan con tres meses de diferencia y que recién 15 días después se logra una inmunidad completa. Al ser consultado sobre los grupos de riesgo, más allá del personal esencial, Medina Ruiz explicó que se podría avanzar en la vacunación de las personas de entre 20 y 40 años, que son las más expuestas, y sobre todo en lugares que tienen mayor incidencia de casos. La vacuna protege al paciente de hacer una enfermedad grave, la hospitalización, en un 85% de los casos, y también evita, en algunos casos, tener síntomas, recalcó.
“Es una vacuna valiosa, es una herramienta más, pero es indispensable continuar con la prevención de la enfermedad, con tareas de descacharreo y usando repelentes, entre otras medidas”, puntualizó. Finalmente, comentó que están bajando los casos de dengue: “estamos en una meseta, más baja que la que teníamos dos semanas atrás, donde había entre 1.800 y 1.900 consultas por cuadros febriles, y hoy han bajado a 1.100 o 1.200 consultas. Es muy importante que nos sigamos cuidando”.